Los Aztecas y el Alcohol

Los indios Azteca estaban muy bien orientados con el alcohol-Octli (hoy en día llamado pulque), obtenido al fermentar el agave, muy parecido a la cidra. La importancia del Octli se comprueba con el papel religioso importantísimo tomado por los dioses de beber y la bebida, cuyos se llamaban Centzon Totochtin, los dioses lunarios y terrestres de la abundancia y la cosecha, al igual que Mayauel, la diosa del agave.

Pero estos antiguos Mexicanos sabían perfectamente bien el peligro para ellos y su civilización el cual implicaba la intoxicación alcohólica. Tal vez ninguna cultura histórica haya puesto barreras más rígidas contra este peligro. "Esta bebida llamada Octli," dijo el emperador en su discurso a su gente después de ser elegido, "es la raíz y origen de todo daño y la perdición; El Octli y la embriaguez son la causa de toda discordia y de toda disensión, de toda oposición y todos los problemas en las ciudades y los reinos. Es como el huracán que destruye y tumba todo. Es como una tormenta maligna que atrae a todo malo consigo. Antes del adulterio, el rapto, la violación de niñas, el incesto, el robo, el crimen, las maldiciones y el mentir, murmullar, las calumnias, tumultos y pleitos, siempre hay la embriaguez. Todas estas cosas son causadas por octli y la embriaguez."

Uno siente que los indios estaban claramente enterados de la fuerte inclinación al alcoholismo, y estaban muy determinados a trabajar contra este mal, y del controlarlo ellos mismos, al practicar una póliza severa extra-ordinaria de reprensión. Nadie tomaba vino (Octli) excepto los ancianos, y ellos únicamente tomaban un poco y ocultados, sin embriagarse. Si un hombre dejaba verse en publico, o si lo encontraban tomando, o si lo encontraban sin poder hablar en la calle, o si andaba vagando contando o en compañía do otros borrachos, era castigado, si era plebeyo con golpearlo hasta la muerte o sino estrangulado ante los hombres jóvenes (del distrito) como un ejemplo para hacerlos huir de la embriaguez. Si el ebrio era noble, lo estrangulaban en privado.

Había leyes feroces contra la borrachera publica. Los estatutos de Netzahuacoyotl castigaban al sacerdote borracho con la muerte, y la muerte era la pena para el dignatario ebrio, el oficial o el embajador si lo encontraban en el palacio: El dignatario que se había emborrachado sin escándalo siempre se castigaba pero solo con la perdida de su oficio y de sus títulos. En la primera ofensa al plebeyo borracho solo le rasuraban la cabeza en publico, mientras la gente se burlaba de él; pero al recaído lo mataban, tal como a los nobles por su primera ofensa. Aquí mostramos un caso más que violento de reacciones defensivas sociales contra una tendencia igualmente violenta, su existencia se ha comprobado ya históricamente, puesto que cuando la conquista había destruido la moral y depuesto la judicial de la civilización Mexicana, el alcoholismo se desparramó entre los indios hasta un grado extra-ordinario.

Sin embargo, hasta un sistema tan severo como éste tenia que tener algún escape. El Octli no era enteramente prohibido. Se les permitía tomar a los ancianos en particular en los días de fiesta, y se les concedía embragarse. Por ejemplo, cuando se celebraba el "bautizo" o digamos, darle su nombre al niño, "en la noche los ancianos, hombres y mujeres, se juntaban a tomar pulque y a emborracharse. Con fin de que se emborracharan se les traía ante ellos un frasco grande de pulque, y la persona encargada de servirles les servia en calabazas en turno.... y el servidor, al ver que todavía no se emborrachaban, les empezaba a servir de nuevo pero al revés, empezando a la izquierda por la orilla baja. Ya que estaban borrachos, cantaban, algunos no cantaban, pero se mantenían riendo y contando chistes, y al oír algo chistoso se reían gustosamente." Todo esto era como si los Mexicanos, deseaban cortar sus perdidas, permitían los placeres de tomar únicamente cuyas vidas activas habían terminado, mientras establecían barreras de castigos terribles contra la indulgencia de los jóvenes o los de edad mediana.